lunes, 8 de febrero de 2010

El Papa admitió casos de pedofilia...

El Papa, quien se reunirá la próxima semana con obispos irlandeses por un escándalo de pedofilia relacionado con sacerdotes, dijo que la Iglesia Católica debe mantenerse atenta contra aquellos que violan los derechos de los niños.
Dirigiéndose a participantes de una conferencia en el Vaticano sobre la protección de la infancia, el máximo líder de la Iglesia Católica reconoció que "desafortunadamente en un número de casos, algunos de sus miembros (de la Iglesia) actuaron en contra de este compromiso".
Benedicto XVI se reunirá con arzobispos de diócesis irlandesas para analizar el informe de la Comisión Murphy, una acusación que condena a sacerdotes de Irlanda, que ya ha llevado a la renuncia de dos obispos en ese país.
Publicado en noviembre, el reporte gubernamental precisó que líderes eclesiásticos en Irlanda, que es mayoritariamente católica, encubrieron el amplio abuso de menores por parte de sacerdotes por 30 años.
En su discurso del lunes, Benedicto XVI dijo que las duras palabras de Jesús en la Biblia sobre aquellos que dañan a niños "deberían comprometer a todos para que nunca reduzcan el nivel de respeto y amor".
Un grupo con sede en Estados Unidos de personas que fueron abusadas por sacerdotes cuando eran niños, dijo en un comunicado que las palabras del pontífice son "autocomplacientes" porque deberían referirse más enérgicamente a la complicidad de los obispos.
El Informe Murphy señaló que los obispos escondieron "obsesivamente" el abuso de menores en la arquidiócesis de Dublín entre 1975 y el 2004 y aplicaron una política de "no preguntar, no contar".
Tras la publicación del reporte, el Vaticano y la Iglesia Católica irlandesa fueron fuertemente criticadas por no responder con mayor rapidez a los hallazgos.
Más tarde, el Vaticano convocó a varios líderes de la Iglesia Católica de Irlanda a reuniones en el Vaticano, en donde expresó indignación y vergüenza por los abusos.
El líder también condenó los abusos sexuales de sacerdotes durante sus viajes a dos países que también fueron afectados por amplios escándalos: Estados Unidos y Australia. Sin embargo, críticos, como grupos de víctimas, dijeron que el Vaticano y la Iglesia no han hecho suficiente para entregar a los sospechosos de abusos al sistema de justicia civil.