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CIPOLLETTI (AC).- En mayo le unificaron las condenas en 19 años de prisión y el pasado domingo, la Cámara Segunda del Crimen de Cipolletti lo autorizó para que gozara por primera vez de una salida transitoria. Le abrieron las puertas de la cárcel y no volvió más. La fuga generó polémica porque el condenado no sólo estaba tras las rejas por robos sino por un hecho aberrante: el abuso sexual de su propia hija de 2 años y medio, que quedó en estado vegetativo.

"Cumplía con todos los requisitos de la ley 24.660 (de ejecución penal)", dijo ayer Juan Pablo Piombo, secretario de la Cámara, a "Río Negro".

Comentó que el acusado -no se da su identidad para preservar a la menor- había cumplido la mitad de la pena, tenía una tutora (una pareja se habría hecho responsable de retirarlo y regresarlo a la ex alcaidía), un informe ambiental en el domicilio, el dictamen favorable del jefe de la cárcel y un estudio del gabinete criminológico, entre otros requisitos que se exigen para las salidas.

Las opiniones sobre el tema coparon los pasillos de los Tribunales Penales ayer y siguieron puertas afuera, en la comunidad. ¿Puede un condenado por un delito así y con declaración de sexta reincidencia tener este beneficio?, ¿qué tan rigurosos fueron los estudios que le practicaron al detenido para determinar que estaba ´en condiciones´ de encarar una salida transitoria?, fueron preguntas que surgieron.

Quienes justificaban la medida decían que la ley de ejecución no diferencia por delitos. Afirmaban que la valoración sobre el hecho ocurre en la sentencia, cuando se establece una pena, y que para todos los que tienen condenas el régimen es el mismo. "No es el momento en el que se valora el delito sino la posibilidad de reinserción", decían.

Quienes estaban en la vereda de enfrente consideraban que no puede tener el mismo trato un delito que otro y apuntaban a las "fallas" en las evaluaciones. Es que no es el único caso. Trascendió que en estos días también un hombre de apellido Miranda, que fue juzgado por segunda vez por los jueces de la Cámara Segunda -como subrogantes de la Primera- no regresó a la ex alcaidía de Roca. Estaba por robo.

Pero el caso más polémico fue el otro, el del hombre que registraba varias condenas, que en mayo le habían unificado la pena en 19 años. En este "paquete" se incluyó un fallo del TSJ de Neuquén de 8 años y 3 meses de prisión que incluía causas por "receptación en concurso real con daño y lesiones leves" y "robo agravado por efracción y escalamiento, robo con escalamiento y receptación sospechosa (dos hechos) en concurso real".

A esto se sumaba la sentencia de 14 años de prisión de la Cámara Segunda de Cipolletti por "lesiones leves agravadas por el vínculo, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal, agravado por el resultado y por el vínculo" contra su pequeña hija.