Carta abierta a la fiscal de la Fiscalía IV Distrito III desde España

Por este lado del mundo la nevada ha sido tan intensa que hubo gente esquiando en el Parque del Retiro de Madrid y el aeropuerto de Barajas tuvo que cerrar sus pistas por primera vez por causa de una nevada (todos fenómenos naturales).
Los políticos de la oposición al gobierno, salieron por televisión solicitando la dimisión de la Ministra de Fomento” por el cierre de dicho aeropuerto y las consiguientes molestias que ello acarreaba” (qué basura de política, ¿verdad?).
Después de escuchar esto, yo me preguntaba: “¿Qué tendría yo que pedirle a la fiscal que puso en libertad (con fianza y con confianza) al “Presunto” abusador en forma reiterada de mi nieta y de tres niños más?
Luego pensé que más que pedirle, yo tendría que darle, ofrecerle, lo que a Ud. al parecer le faltó y se refiere como “falta de contundencia en las declaraciones de los niños”.
Quiero disculparme porque de leyes yo no sé nada, pero eso no impide tener un concepto de Justicia como cualquier ciudadano de a pie o profesor universitario de físico-química.

Tengo la convicción que la Justicia tiene en cuenta que las medidas que se toman tienen una Proyección Social y una acción ejemplarizante y ejemplarizadora. Y con esta medida que Ud. ha tomado veo que no se aplica ni lo uno ni lo otro…
Una de las cosas que quiero ofrecerle, es este dibujo que mi nieta me regaló con un beso después de enseñarle una canción y que tantas lágrimas a solas me produjo y aún me sigue produciendo cada vez que lo encuentro dentro de algún libro. Como Ud. podrá ver, es una figura humana amputada… Refleja cruelmente lo que le ha ocurrido a ella: le amputaron la infancia, la inocencia, los sueños de príncipes y princesas, el creer que todos son buenos…
Me gustaría también mostrarle las fotos de su Cuarto Cumpleaños. Hubo varios intentos por su parte de soplar las velitas, varias veces le cantamos el Cumpleaños Feliz, pero no pudo apagarlas ni sonreír para la foto. Son tantas las fotos que muestran los rostros que marcan contundentemente el Antes y el Después desde que mi nieta y todos nosotros perdimos la sonrisa, que estoy segura que Ud., sin ser psicóloga podría ordenarlas con sólo ver las marcas del sufrimiento en los rostros de la familia.
Cuando un hecho como éste ocurre, nadie, absolutamente nadie, queda exento de dolor. Con ese dolor se despierta, se come, se tienen pesadillas y se duerme de a ratos.
Podría contarle desde cuándo mi nieta no puede dormir a solas ni a oscuras, de las veces que se despierta gritando y entre lagrimas y sollozos cuenta aterrada los detalles de sus pesadillas, pero éso, más todo lo que los niños han relatado, Ud. sobradamente lo sabe y tiene los informes de psicólogos y maestros en su mesa.
Pero lo que sin duda no alcanzó a dimensionar es lo que se siente ahora, con los abusadores en libertad, llevando su hija (“presunta” víctima también) de la mano, como se les ha visto en los últimos días por la calle.
Lo que sienten los padres de los niños que salen también por esas mismas calles con el temor de cruzarse con quienes nosotros SÍ SABEMOS QUE LO HICIERON.
El día que supe que por su firma ellos salieron en libertad, supe que tendría que agregar alguien más a la lista de personas por quienes rezo a diario: a partir de ahora pediré por Ud. para que tenga conciencia , imparcialidad y claridad mental para ejercer su trabajo de la mejor manera que deba y sea capaz de hacerlo.
No le pido que nos ahorre el seguir sufriendo porque esa no es su función.

Ud. representa a la Justicia en la que todos los familiares de estos y de tantos otros niños abusados, vejados o violados, queremos seguir creyendo.